
Los que somos seguidores del Rally Dakar hemos visto la evolución tecnológica que han experimentado, a lo largo de los años, los vehículos participantes. Máquinas cada vez más perfectas, mejor adaptadas al terreno y a las duras condiciones climáticas y de navegación. Pero veíamos todavía muy lejos el poder competir en el Dakar en moto eléctrica. Estábamos equivocados, en este post hablaremos de la firme apuesta de la organización y algunos equipos por incorporar nuevas energías y sistemas de propulsión alternativos y más sostenibles. Conoceremos en detalle las características de la moto eléctrica testada en esta última edición y primera candidata a competir en la edición 2021, la Tacita T-Race Rally.
Un poco de historia del Rally más duro del mundo.
Inicialmente esta mítica y dura carrera era conocida como París-Dakar, su primera edición se remonta al año 1979, consolidándose hasta nuestros días. Con cada vez más categorías, participantes y seguidores se ha convertido en todo un evento mundial. Se organiza a principios de cada año, en el mes de Enero y durante dos semanas. En un principio, se celebraba su salida en la ciudad de París, las etapas se disputaban en el continente africano, finalizando la competición en Dakar.


Con el paso del tiempo, su trazado ha ido cambiando de ubicación. En 2008 la carrera tuvo que ser suspendida por amenazas terroristas. Al año siguiente se decidió trasladarla a Sudamérica, sin perder el espíritu de aventura y superación con el que se había ideado. Pasando por los territorios y enclaves más retadores, el Dakar continuó por esas tierras hasta el 2019. Es en el presente 2020 cuando se traslada a Arabia Saudí, donde continúa la leyenda del rally más duro del mundo.
El espíritu del Dakar se refleja en la moto eléctrica.
El actual rally Dakar nace de la vivencia de su creador, el piloto francés Thierry Sabine, en una carrera que se celebraba también en África, con final en Niza (Francia). Era el año 1977, el rally Abidjan-Niza, Thierry competía con su moto, cuando en una etapa por el desierto libio se desorienta y se pierde. Sin localizador, navegador e incomunicado, fue encontrado y rescatado en el último momento. Tras esa vital experiencia y con las dunas y el paisaje africano en su corazón, da vida a la competición automovilística más dura del mundo.
“Un desafío para aquellos que parten. Un sueño para quienes se quedan”
Thierry Sabine (1949-1986)
La evolución y las categorías de los vehículos.
Ahora ya se compite en cinco categorías de vehículos: motos, quads, coches, camiones y más recientemente también en side by side (vehículos ligeros también conocidos como SSV o UTV).
Desde sus inicios, el Dakar es una auténtica aventura por etapas. Comenzó siendo una carrera de unos cuantos pilotos aficionados con vehículos todo-terreno, coordinados y apoyados por una mínima organización. Al poco tiempo ya participaban, junto a los privados, pilotos y equipos profesionales de las grandes marcas automovilísticas, que ponían a prueba su última tecnología.
Actualmente, creciendo y modernizándose en cada edición, se ha convertido en el rally más conocido y respetado del mundo. Sin perder la esencia de la auténtica aventura, los avances técnicos han permitido dotarle de un plus de seguridad, de una logística y de un seguimiento sin precedentes. Un evento que se retransmite a 190 países y con más de 3,5 millones de seguidores en redes sociales.
El Rally y la sostenibilidad.
El Dakar es una carrera comprometida y respetuosa con el medio ambiente. A lo largo de las ediciones el rally ha apoyado numerosas iniciativas que protegen el patrimonio natural y cultural de los países anfitriones. Los trazados por donde se disputan las etapas han sido rigurosamente diseñados en plena colaboración con las instituciones de cada país, respetando zonas de exclusión y protegidas. Se realizan campañas de sensibilización, tanto para el público y aficionados, como entre los propios participantes.

En cuanto a la gestión de residuos generados por toda la infraestructura que supone un evento de este tipo, la organización recolecta y recicla todo lo generado cada día. Además de compensar todo el CO2 emitido con aportaciones a proyectos dedicados a la protección del Medio Ambiente. El Dakar, en definitiva, promueve entre sus seguidores, participantes y patrocinadores la sostenibilidad y responsabilidad con nuestro planeta. Apoya la incorporación a la competición, así como a la propia flota logística, de los vehículos eléctricos. Recientemente se ha creado la sección eco label, en la que se reconoce y premia aquellas iniciativas más innovadoras y que reducen su impacto ambiental.
Energías alternativas en la competición.
Sería en la edición 39 cuando se presentaba el primer vehículo, en la categoría de coches, totalmente eléctrico, el Acciona 100% EcoPowered. Marcó un hito, convirtiéndose en el primer vehículo de estas características en finalizar el Dakar. En esta 42 edición de 2020, competía en la categoría de camiones, un vehículo con tecnología híbrida, el Renault C460 Hybrid Edition. Que formando parte del equipo The Riwald Dakar Team, conseguía la posición 24 de la general. Además, también se presentaba, para futuras ediciones, el coche totalmente eléctrico Extreme E.

Nuestra protagonista principal en el Dakar 2020: la moto eléctrica Tacita T-Race Rally.
Pero, ¿qué pasa con la categoría de motos? Pues precisamente, dentro del apartado New Energy, tendría su puesta de largo el TACITA RALLY PRO 2020-2023 DAKAR ECO-RACING PROGRAM. Un proyecto nacido para competir en las próximas ediciones de la mítica carrera. Tacita, marca italiana con amplia experiencia en la fabricación de motocicletas eléctricas, presentaba ante los medios y al público su ambicioso futuro en el Dakar.


La presente edición, aunque fuera de carrera, ha sido el mejor banco de pruebas para la Tacita T-Race Rally, una motocicleta que ya había sido testada en diferentes entornos y circunstancias extremas. En el año 2012, con su participación en el Merzouga Rally por tierras marroquíes, comenzaba su periplo de pruebas. Llegando así a su evolución, fiabilidad y prestaciones actuales. Como anécdota, es la primera moto, por ser eléctrica y totalmente cero emisiones, que ha ascendido al volcán Etna, un entorno tan inhóspito y de especial protección.

La experiencia real del Dakar en moto eléctrica.
Ha sido en la jornada de la última etapa de la competición, cuando la T-Race Rally 2020 disputó el Gran Premio de Qiddiyah. El debut y presentación oficial de la primera moto eléctrica, en plena acción, en el Dakar. Su piloto, Diego Pederiva.
El próximo año competirán con una sola moto, al año siguiente lo harán con dos y en la edición del 2023 lo harán con tres motos. El modelo desarrollado es la Tacita T-Race Rally, una moto tipo trail que desarrolla unos 60 caballos de fuerza, pesa 168 Kg y alcanza los 170 Km/h. Además, los equipos de apoyo, logística y asistencia también serán 100% eléctricos, sin ningún generador ni vehículo térmico. Las estaciones de carga estarán equipadas únicamente con paneles solares portátiles. En cada punto de repostaje, mientras las motos de combustión cargan el combustible, las Tacita simplemente harán un cambio de baterías.

Futuras ediciones.
Estoy ansioso por la próxima edición, por ver en verdadera competición vehículos eléctricos o híbridos, en especial en la categoría de motos. Es fantástico que esta mítica carrera se abra de lleno a la tecnología y apueste por la sostenibilidad. Evoluciona y refuerza el auténtico espíritu dakariano de aventura y respeto por el entorno. Competir en el Dakar en moto eléctrica es ya una realidad. Le deseo mucha suerte al equipo Tacita con su ambicioso proyecto y espero que, kilómetro a kilómetro, surjan muchos más! Y tú,… ¿ya eres un seguidor «legend» del Dakar o te apuntas? Cuéntanos tu visión, ¡déjanos un comentario!